El hogar que todos queremos

Este dìa en Vida Nueva empezamos una serie enfocada en el Hogar (llamada Casa Modelo), por lo tanto, ùltil en nuestras vidas. Un dìa fuimos hijos y por ende fuimos parte de un hogar. Ahora somos padres/esposos lo que indica que formamos un hogar. El pastor Julio Contreras nos hablaba de varios puntos importantes los cuales quiero repasar. La base de este estudio està en el Salmo 128.

Para empezar debemos reflexionar en dos preguntas. La primera de ellas es ¿Hay algo que se pueda mejorar en nuestros hogares? Usualmente la respuesta es sì. Si respondes que no, lo más probable es que no te has dado cuenta de los problemas que tienen. La segunda pregunta es ¿Te interesa mejorar en esos aspectos débiles que forman la respuesta de la primer pregunta? Nuevamente, usualmente la respuesta es sì, pero puede que digas que no lo cuàl indica un grave síntoma de disfunción familiar en tu vida. Bueno, revisemos los puntos del estudio.

Si te imaginas como debe ser el hogar en base a los principios de la palabra de Dios debes entender que se trata de un hogar que:

1. Es feliz, porque la clave es el temor a Dios.
El salmo 128.1 nos dice que es “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehovà, que anda en sus caminos”. La palabra bienaventurado significa: Afortunado, feliz. Es un estado de ánimo resultante de enderezar lo malo (Proverbios 23.19), de temer a Jehovà (Deuteronomio 10.12). Este temor a Jehovà te obliga a andar en sus caminos (Salmos 119.3). Serà un temor que será aprendido (Deuteronomio 17.19) y te empujarà a apartarte de hacer lo malo (Proverbios 28.14) y te hará decidir hacer lo bueno (Eclesiastes 12.13). Si yo decido no hacer lo malo a mi esposa, como por ejemplo: no serle infiel, no abusar físicamente de su persona, no maltratarla verbalmente, etc. suena bien, pero debo dar el siguiente paso. No solo no hagas lo malo, haz lo bueno. Qué tal si le muestro mi amor, que tal si la invito a salir sin mis hijos. Qué tal si le vuelvo a decir te amo, o le doy un beso como los de antaño. Qué tal si tu, esposita le demuestras el lugar de respeto que tiene tu esposo, y le afirmas sus decisiones y le apoyas y respaldas en su caminar. No solo deja de hacer lo malo, haz lo bueno.
Esto significa que en nuestro hogar seremos felices si tememos a Dios. Nos hará a alejarnos de lo malo para nuestra esposa e hijos y nos encaminarà a hacer los bueno para con ellos. En la Iglesia nos explicaba el Pastor Contreras que temer a Dios no se trata de pensar en que vamos al volante de nuestro carro y nos encontramos con un retèn de policìas que nos obliga a comportarnos bien durante unos instantes para luego volver a nuestros malos caminos cuando logramos pasarlos. Ya te ha pasado que vas hablando por celular y cuando ves un retèn de policías escondes el teléfono para volverlo a sacar nomàs los pasas. Sonreìstes verdad. Bueno, tampoco es pensar que vamos manejando en la autopista con un carro patrulla siguiéndonos en todo momento. Esto también nos obligarìa a comportarnos bien ya que la ley estaría en nuestras espaldas. Te aseguró cuando te ha pasado eso has puesto la vìa al cruzar Más bien se trata de pensar que vamos en la autopista manejando con nuestro padre en un auto atrás del nuestro. Sabemos que si es nuestro padre quien no sigue èl siempre querrà nuestro bien, y si sufrimos problemas en el camino El estarà ahí para ayudarnos.

Piensa:

¿Es tu hogar totalmente feliz?

¿Es el temor a Jehovà el sentimiento diario?

¿Es el “andar en sus caminos” tu modo de vida?

Definiciòn de infelicidad en el hogar: Es cuando eres infeliz porque hay àreas en las que no obedeces lo que Dios dice.

Mañana te cuento del segundo punto.

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