El Juicio.

Entre los muchos juicios mencionados en las Escrituras, hay siete que estàn revestidos de especial importancia. Ellos son: 1. El juicio de los pecados del creyente en la cruz de Cristo (Jn 12:31), 2. El juicio de sì mismo por el creyente (1 Co 11:31), 3. El juicio de las obras del creyente (2 Co 5:10), 4. El juicio de las naciones en la segunda venida de Cristo (Mt 25:32), 5. El juicio de Israel al regreso de Cristo (Ez 20:37), 6. El juicio de los àngeles después del milenio (Jud 6), y 7. El juicio de los muertos impìos, con el cual termina la historia del mundo presente.
Acá se revisaràn los juicios tal como aparece en la Biblia anotada por Scofield.

1. El juicio de los pecados del creyente[1].
Este es el juicio de Cristo Jesús al llevar El los pecados del creyente. Los pecados de los creyentes han sido ya juzgados en la persona de Jesucristo, quien fue “levantado” en la cruz. El resultado de este juicio fue muerte para Cristo y justificación para el creyente, quien nunca màs puede estar en peligro de perderse.

2. El juicio de Sì mismo por el creyente[2].
Este juicio no es tanto la condenación moral de parte del creyente de sus propios hàbitos y caminos, sino de sì mismo por haberse permitido semejante manera de conducta. El juicio de sì mismo evita el castigo. Si se hace caso omiso de este juicio, el Señor juzga y el resultado es castigo, pero nunca condenación.

3. El juicio de las obras del creyente[3]
Es el juicio de las obras del creyente, y no de sus pecados, lo que se discute aquì. Estos han sido ya expiados y Dios nunca màs se acordarà de ellos[4]; pero toda obra tiene que llegar a juicio[5]. El resultado serà recompensa o pèrdida (de la recompensa), “èl empero serà salvo”[6]. Este juicio ocurrirà en la Venida del Señor[7].

4. El juicio de las naciones en la segunda venida de Cristo[8].
Este juicio debe distinguirse del juicio del Gran Trono Blanco. Aquì no hay resurrección; los que comparecen ante el juicio son los miembros de las naciones que en ese tiempo viven sobre la tierra; no se abre ningún libro; hay tres clases presentes: ovejas, cabras y hermanos; el juicio se efectùa al venir Cristo y la escena es terrenal. Todos estos particulares se hallan en contraste con Ap 20:11-15. La base del juicio es la manera en que los gentiles hayan tratado a aquellos que el Señor llama “mis hermanos”. Estos hermanos son los judìos del remanente fiel que predicaràn el Evangelio del reino a todos los gentiles durante la tribulaciòn. La base en el juicio de Ap 20:11-15 tiene que ver con la posesión de la vida eterna.

5. El juicio de Israel al regreso de Cristo[9].
Ese pasaje es una profecìa del juicio futuro de Israel, después que todos los miembros de este pueblo que se encuentren dispersos entre las naciones hayan regresado al antiguo desierto de las peregrinaciones. Este juicio determinarà quienes de los israelitas entraràn en aquel dìa en la tierra para recibir la bendiciòn del reino.

6. El juicio de los àngeles después del milenio[10]
El gran dìa aquì mencionado es el dìa del Señor (Is 2:9-22). Siendo que el juicio final contra Satanàs ocurre después de los mil años y antes del ùltimo juicio, es razonable concluir, en cuanto al tiempo, que otros àngeles caìdos seràn juzgados con èl[11] [12]. Los cristianos tendràn parte con Cristo en la realización de este juicio[13].

7. El juicio de los muertos impìos o el Juicio Final[14].
Los que compareceràn en este juicio son “los muertos”. Como los redimidos resucitaràn mil años antes, y habràn estado en gloria con Cristo durante el milenio, los muertos pueden ser solamente los impìos pertenecientes a todos los tiempos, desde el Principio de la historia humana hasta el establecimiento del gran trono blanco en el espacio. Siendo que hay diferentes grados de castigo[15], los muertos seràn juzgados segùn sus obras. El libro de vida estarà allì para responder a aquellos que deseen justificarse a base de sus obras[16]; con terrible angustia contemplaràn allì, en las pàginas del Libro, el espacio donde su nombre pudo haber sido escrito.
Este juicio es enseñado claramente en el antiguo testamento: “Psa 96:13 delante del SEÑOR que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad”, y en el nuevo testamento: “Act 17:31 por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar con justicia a todo el mundo, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”.
El hombre que pendiò de la cruz es el mismo que se sentarà en el trono: “Joh 5:22-23 Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo; para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”. El es tambièn igual al Padre. Esto indica su competencia para juzgar, pues es omnisciente.

Ahora, si revisamos el tema tal como lo expone Herbert Lockyer en su libro, Apocalipsis: El Drama de los Siglos se expone de esta manera:

Entre Apocalipsis 17:1 y Apocalipsis 20:15 se encuentran siete juicios:

La condenación de Babilonia (17:1-18:24).
Aquì se nos habla del juicio de Dios sobre un sistema religioso pecador.

La gran ramera domina a la bestia.
Una mujer y una ciudad son usadas ambas como símbolos de la Iglesia, es decir que se habla del cristianismo apòstata.
Se hace una comparación entre la iglesia verdadera y la apòstata.

La verdadera iglesia es una virgen casta;
La iglesia apòstata es una ramera.

La iglesia està desposada con un solo esposo;
La iglesia apòstata se enreda en actos promiscuos con los reyes de la tierra.

La verdadera iglesia es el misterio de la santidad;
La iglesia apòstata es el misterio de Babilonia.

La verdadera iglesia es columna y apoyo de la verdad;
La iglesia apòstata es llamada Babilonia: confusiòn.

La verdadera Iglesia ofrece la copa de la salvaciòn;
La iglesia apòstata sostiene la copa de oro llena de abominaciones.

La verdadera iglesia ha sido comprada con la sangre de Cristo.
La iglesia apòstata està ebria con la sangre de los màrtires de Jesús.

La bestia destruye a la gran ramera
La mujer da la idea de poder eclesiàstico, mientras que la bestia personifica el poder civil. La caìda de la gran ramera ocurre debido a un cambio repentino en los pueblos esclavizados. No solo habrà repugnancia hacia la ramera y pillaje sobre sus riquezas y adornos, sino que tambièn su carne serà devorada. Después la ramera serà quemada con fuego.

2. El juicio de reyes y ejèrcitos (19:17, 21).
En la batalla de Armagedòn con su carnicerìa se ve el cumplimiento de la terrible profecìa concerniente a la catàstrofe que desmoronarà los poderes gentiles en todo el mundo.

3. La condenación de la bestia (19:20, 20:10)
La bestia es apresada y junto al falso profeta seràn lanzados vivos a un lago de fuego que arde con azufre.

4. El juicio del falso profeta (19:20; 20:10)
Tanto la bestia como el falso profeta seràn lanzados al lago de fuego. No cabe duda que el castigo eterno del falso profeta serà terrible, debido a su fingimiento religioso.

5. El juicio del Diablo (20:1-3, 10).
Por fin la cabeza de la serpiente es totalmente aplastada. Primero el Diablo es lanzado al abismo sin fin por mil años. Luego es dejado libre por un corto tiempo, y despuès de su obra postmilenial de engañar y seducir, el diablo serà lanzado al lago de fuego y azufre. Entonces el diablo, la bestia y el falso profeta quedaràn confinados eternamente al lago de fuego y azufre.

La condenación de Gog y Magog (20:7-9).
Se meniona a Gog (el principe) y Magog (la tierra) en Ezequiel 38, donde Gog representa a todas las naciones que forman la gran confederación del Norte. Al final del milenio grandes multitudes de estos participantes del milenio se rebelan contra Cristo a pesar de la paz, pero el juicio serà instantàneo, descenderà fuego de Dios desde el cielo y devorarà las multitudes.

La condenación de los perdidos (20:11-15).
Serà el juicio de los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segùn sus obras. Este juicio tendrà lugar después del milenio y la condenación final de Satanàs, y después de que hayan sido desechados los cielos y la tierra actuales. Serà el màs solemne y terrible que jamàs se haya visto. En este juicio no compareceràn todos los hombres, sino solo los impìos muertos, asì como antes el juicio de Cristo solo compareceràn los creyentes.

El trono del juicio.
Este serà un trono grande por muchas razones:
Por la dignidad del juez mismo
Por la grandeza e inigualable solemnidad de la ocasión.
Por lo grandioso de la escena: aquì amanece la eternidad.
Por las eternas consecuencias del juicio
Por los grandes destinos determinados allì.

El Juez.
El juez es el Señor nuestro Dios, el Salvador. En vista que la salvaciòn fue planeada por Dios, adquirida por Cristo y aplicada por el Espìritu Santo, es probable que las tres Personas de la Trinidad estèn presentes en el juicio de aquellos que hayan menospreciado tal salvaciòn.

El Juicio.
Los incrèdulos del mundo de hoy ya estàn condenados, porque no han creìdo. En aquel dìa los muertos resucitaràn y compareceràn ante el juez, no para juicio que compruebe su culpabilidad o su inocencia, sino para recibir la ratificaciòn de una condenación ya pronunciada.

Los juzgados.
i. Los cielos y la tierra
ii. Los àngeles caìdos
iii. Los muertos
iv. Los cobardes
v. Los incrèdulos
vi. Los abominables
vii. Los homicidas
viii. Los fornicarios
ix. Los hechiceros
x. Los idòlatras
xi. Los mentirosos
xii. El mar
xiii. La muerte y el infierno

Los libros del juicio.
Hay más de un libro en los registros que se llevan en el cielo.
Existe uno que es el rollo de los escogidos (el libro de la vida del Cordero)[17], hay otro libro que tambièn tiene que ver con los creyente, y contiene el registro de todos sus pensamientos y meditaciones relacionadas con su Señor[18]. Ademàs se hace evidente que tambièn hay libros que tiene que ver con los no salvos. El màs fácil de describir es el libro que recoge la vida y las obras de los que no seràn salvos. Tambièn en el libro de la vida habrà algo asì como el registro de un censo, en el cual se encontraràn todos los nombre de los humanos que han existido, y los nombres de los que no han creìdo en Cristo seràn borrados del libro, dejando la lista de los escogidos en Cristo[19], lo que tambièn se corroborà en Apocalipsis 22:19 “Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa Ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro”.

Estado Eterno.
Leemos de un castigo “eterno” y de fuego “eterno”, y se objeta que la palabra “eterno” no quiere decir para siempre. Cuando esta palabra se aplica a los justos , significa para siempre, sin fin; por ejemplo, los justos iràn a la vida eterna, por ende la misma palabra se aplica al castigo de los impìos; por ejemplo, e “iràn estos al tormento eterno”. La equidad exige que demos la misma duraciòn al gozo de los justos que al castigo de los impìos, ya que ambos estàn calificados con la misma palabra griega. Si el premio de los justos tiene un tèrmino, tambièn lo debe tener el castigo de los impìos. Tanto dura el uno como el otro. La Escritura presenta el castigo de los impìos no solo como “eterno” (por las edades), sino como duradero “para siempre jamàs”, o “por los siglos de los siglos”[20]. Aquì se nos presenta un cuadro de siglos amontonàndose sobre siglso en una sucesiòn eterna[21].

El Cristiano nunca muere[22]. Lo que Cristo quiere dar a entender no es que el creyente no haya de pasar por la experiencia que llamamos muerte, sino que en realidad eso no es muerte. El creyente vuelve la espalda a la muerte, y mira y contempla la vida, eternamente al lado de nuestro Seños Jesucristo.

[1] Joh 12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

[2] 1Co 11:31 Pero si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.

[3] 2Co 5:10 porque es necesario que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal del Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, bueno o malo.

[4] Heb 10:17 y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.

[5] Mat 12:36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;

[6] 1Co 3:11-15 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesús, el Cristo. Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca; la obra de cada uno será manifestada, porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego hará la prueba. Si permaneciere la obra de alguno que prosiguió el edificio, recibirá el salario. Mas si la obra de alguno fuere quemada, será perdida; él empero será salvo, mas así como pasado por fuego.

[7] Mat 16:27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

[8] Mat 25:32 Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

[9] Eze 20:37 Y os haré pasar bajo vara y os traeré en vínculo del pacto;

[10] Jud 1:6 y a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día;

[11] 2Pe 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos despeñado en el infierno con cadenas de oscuridad, los entregó para ser reservados al juicio;

[12] Rev 20:10 Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.

[13] 1Co 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

[14] Rev 20:11-15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos. Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras. Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego.

[15] Luk 12:47-48 Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho. Mas el que no entendió, e hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.

[16] Mat 7:22-23 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas? Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.

[17] Rev 21:27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.

[18] Mal 3:16 Entonces los que temen al SEÑOR hablaron cada uno a su compañero; y el SEÑOR escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen al SEÑOR, y para los que piensan en su Nombre.

[19] Rev 3:5 El que venciere, será así vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

[20] Rev 14:11 y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y los que adoran a la bestia y a su imagen, no tienen reposo día ni noche, ni cualquiera que tomare la marca de su nombre.

[21] Rev 20:10 Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.

[22] Joh 11:25-26 Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Grandes Doctrinas de la Biblia, William Evans..
Bíblia Anotada de Scofield, Reina Valera 1960.
Apocalipsis: El Drama de los Siglos. Herbert Lockyer
Citas tomadas de La Bibla del Oso, 1569.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Iglesia Apostólica 30-100 dC

Propiciaciòn.

Ensayo sobre la Biblia