La fe sin obras es muerta

Wow!! Que tremendo trozo de la escritura este que Santiago (o Jacobo) nos escribe. Nos aclara la fórmula de la justificación.  R.C Sproul en su libro “Can I be sure I am saved?” (¿Puedo estar seguro de que soy salvo?) nos escribe una fórmula clara al respecto y además hace una comparación con lo que otros fuera del Cristianismo creen:

            Otros:              Fe + Obras = Justificación
            Cristianismo:   Fe = Justificación + Obras

Sencillo como eso. Ahora bien, entremos en el estudio de Santiago, el hermano del Señor.

El trozo de la Biblia comprendido en el capítulo 2 de Santiago de los versos 14 al 26 trata sobre  el tema “La fe sin obras es muerta” y nos enseña que debemos analizar que clase de fe tenemos.

  1. Fe muerta

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?  15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,  16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?  17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

Santiago nos habla acá de una fe, si es que podemos llamarle fe, que no lleva fruto. Es decir, no hay obras. Hace algunos años aprendimos del pastor Jack Hayford que la palabra “Fe” en el griego incluye tres acciones: conocer, confiar y comprometerse. La fe muerte de la que habla Santiago es un mero conocimiento intelectual sin confianza ni compromiso con Jesús. Puedo leer la Biblia, aprendérmela de memoria, ir a la Iglesia, practicar cada orden establecida, incluso conocer de Jesús, y aún así tener una fe muerta. ¿Se acuerdan del texto de Mateo 7.20-23 donde Jesús enseña que uno puede hacer buenas obras sin conocer a Jesús?. Revísalo. La respuesta de Jesús es “Nunca os conocí”. Esa fe está muerta. Esa fe no salva. Esa fe no da fruto. Esa fe no produce obras. Fíjate que Santiago en el verso 14 dice “si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras ¿podrá la fe salvarle?” . La respuesta es NO. La fe que salva produce obras. No es que la fe + obras produce salvación. Sino que la Fe que salva produce obras. Si entiendes esto, entonces no necesito explicarte los versos 15 al 17. Léelo y fácilmente captaras que se trata de una fe muerta.  


  1. Fe demoníaca

 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.  19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 

Acá me llama la atención dos cosas. Primero, las obras no producen fe. Has todas las obras que quieras eso no te hace alguien aceptable ante Dios. Flagélate, camina de rodillas, visita a los enfermos, dale dinero al necesitado, y olvídate de Dios. Eso no es nada. Si ves a alguien así en la calle no lo admires. Hay un presidente en América del Sur que vive con solo una parte de su salario, apantalla con su austeridad, va a los hospitales públicos a esperar su turno para pasar consulta, pero es abiertamente ateo. De qué le sirve. Crees que es un buen ejemplo para tus hijos. Para nada. El ateo por más obras que haga no dejará de ser ateo. ¿Está mal hacer las obras?. No, para nada. Que las sigan haciendo. Pero ante Dios no les sirven de nada.
El segundo punto es  que “los demonios creen”. Entendamos esto. Los demonios tiene fe. Es una fe intelectual y emocional. Creen que Jesús existe. Creen en Dios Padre. Creen en el infierno. Pero su fe la mezclan con odio y rechazo para con Jesús. Hace algunos meses escuchaba que hay dos tipos de fe: la sincera y la verdadera. Tu puedes tener la fe más sincera del mundo y creer con todo tu corazón algo que para ti es “el camino, y la verdad, y la vida”. No por ello esa fe te salvará. Solo la fe verdadera salva. Solo la fe en Jesús salva. Te acuerdas lo que dice Efesios 2.8-10. Léelo. Hay una fórmula clara en esos versos que hace algún tiempo se la escuché al Dr. Adrian Rogers:

            Eres salvo POR Gracia POR Fe PARA Buenas obras.
            NO de vosotros NO por obras.

Sencillo. Eres salvo por gracia, por fe, para buenas obras. Y esto no de vosotros, no por obras...para que nadie se gloríe.

  1. Fe dinámica
20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?  21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?  22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia,  y fue llamado amigo de Dios.   24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.  25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?  26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
La fe dinámica. Esta fe es la que es puesta en el lugar correcto y produce las acciones correctas. Esta fe es puesta en Jesús y produce buenas obras. Regresemos a Sproul. La fe te justifica y te hace producir buenas obras. Revisa nuevamente Efesios 2.10 y veras que fuimos “creados en Cristo Jesús para buenas obras”. No. No tienes por qué gloriarte de las obras que haces como Cristiano. Porque fuimos creados en Cristo Jesús para buenas obras. ¿Entiendes? Tus buenas obras son fruto de Jesús en ti. Entonces la Gloria es de Jesús.
Abraham creyó a Dios y eso produjo que llegara al mismo punto de prácticamente sacrificar a su hijo.
Rahab creyó a Dios y eso ocasionó que tomará el riesgo de proteger a los espías judíos.

Romanos 11.6 dice claramente que “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”


La fe salvadora en Jesús produce obras. ¿Cuál de las tres tienes tú?

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