Santiago 1.2-12 - Cuatro imperativos a obedecer en las Pruebas.

1.       Tener  – Una actitud de gozo. 1.2

·         “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,”

·         Dios nos dice que debemos esperar las pruebas. No es opcional.

·         El verbo es “Tener”. Es un término financiero que indica “evaluar”. Cuando enfrentemos las pruebas de la vida, debemos evaluarlas a la luz de lo que Dios está haciendo en nosotros.

·         Nuestros valores determinan nuestras evaluaciones. Si valoramos el confort más que el carácter, entonces las pruebas nos estorbarán. Si valoramos lo material y lo físico más que lo espiritual, no vamos a ser capaces de "tener por sumo gozo." Si vivimos sólo para el presente y olvidamos el futuro, entonces las pruebas nos harán amargados, no mejores.

·         Cuando las pruebas vengan a tu vida, inmediatamente da gracias a Dios y adopta una actitud de gozo. Simplemente ve las pruebas con los ojos de la fe

2.       Saber – Una mente comprensiva. 1.3

·         “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

·         ¿Que sabemos los cristianos que nos hace más fácil enfrentar las pruebas y beneficiarnos de ellas? Una mente que comprende.

                                                               i.       La fe siempre es probada

                                                             ii.       Las pruebas trabajan para nosotros, no contra nosotros.

1.        Romanos 8.28

2.        2 Corintios 4.17

                                                            iii.       El uso correcto de las pruebas nos ayudan a madurar

1.        Romanos 5.3-4

                                                           iv.       La única forma como el Señor desarrolla en nosotros paciencia y carácter en nuestras vidas es a través de las pruebas.

3.       Dejar – Una voluntad rendida. 1.4

·         “Y dejad que la paciencia tenga su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” (Biblia Textual)

·         Dios no puede construir nuestro carácter sin nuestra cooperación. Debemos rendirle nuestra voluntad.

·         El propósito de Dios para nuestras vidas es la madurez.

·         Dios quiere que “los hijitos” lleguen a ser “jóvenes”, y que los “jóvenes” lleguen a ser “padres”. (1 Juan 2.12-14)

·         Tres acciones que Dios trabaja en nuestras vidas (Efesios 2.8-10)

                                                               i.      El trabajo que Dios hace por nosotros: Salvación.

                                                             ii.      El trabajo que Dios hace en nosotros: Santificación

                                                            iii.      El trabajo que Dios hace a través de nosotros: Servicio.

4.       Pedir – Un corazón creyente. 1.5-8.

·         “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.  No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.  El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.”

·         La sabiduría se define como el uso correcto del conocimiento.

·         ¿Por qué necesitamos sabiduría cuando vamos a través de las pruebas? ¿Por qué no pedir fuerza, o gracia, o incluso liberación? Por esta razón: necesitamos sabiduría para que no perdamos las oportunidades que Dios nos está dando para madurar. La sabiduría nos ayuda a entender cómo usar las circunstancias para nuestro bien y para la gloria de Dios.

·         Santiago no sólo explica qué pedir (sabiduría), pero él también describe cómo pedir. Hemos de pedir con fe.

¿Sabes cómo termina Santiago este trozo de La palabra de Dios?. 1.12

“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”

Yo diría: Amén.