La Seguridad Eterna.
Valore la siguiente frase:
Soy salvo, sé que soy salvo y estoy seguro que nunca perderé mi salvación.
¿Cree usted esta frase?
Lea lo que dice Juan
10.27-29: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna,
y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que
todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.”
¿Por qué es importante la seguridad eterna?
Salud espiritual. Imagínese siendo un hijo un día se porta
bien y entonces la casa de su padre es su casa, sus hermanos son sus hermanos.
Al siguiente día se porta mal y su padre ya no lo es ni tampoco sus hermanos y
usted pierde los derechos, al tercer día al portarse bien, recupera todo y al
cuarto día al portase mal lo vuelve a perder. ¿Que clase de estabilidad
emocional tendría?. Bueno, lo mismo es en el ámbito espiritual. La seguridad
eterna le dará salud espiritual.
Productividad. Digámoslo en una frase: Cuando estamos
seguros del futuro podemos concentrarnos en el presente. Punto.
Evangelismo. En lugar de vivir preocupado por mi salvación
me preocupo por que otros también la alcancen.
¿Qué es seguridad eterna? Es cuando se llega a participar
de la naturaleza divina, ha nacido del cielo y está unido al cielo, ha nacido
de nuevo y se ha convertido genuinamente en hijo de Dios. Seguridad eterna no
es convencerse de que nunca perderá el estatus de hijo de Dios sino que se
trata de darse cuenta que nunca lo perderá.
En el mundo hay tres grupos de personas.
El no salvo. Romanos 3.23 dice “por cuanto todos pecaron y
están destituidos de la Gloria de Dios”.
Salvos. Juan 10.27-28 dice “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me
siguen; y yo les doy vida eterna y
jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.”
No salvos que creen que son salvos. Mateo 7.22-23 dice: “Muchos me dirán en aquel día:
“Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”. Entonces les declararé: “Nunca
os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”
Los salvos
son conocidos por Jesús y le seguimos a El. A los no salvos que creen ser
salvos simplemente Jesús les dice: Nunca te conocí.
Ahora
bien, si usted es del grupo de los salvos, déjeme decirle que puede estar seguro que nunca dejará de ser un Hijo
de Dios. Veamos ocho razones por las que podemos tener seguridad eterna. Todas
dependen de Dios
1. Promesa
Romanos 8.38-39 dice lo siguiente: “Por lo cual estoy
convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo
presente, ni lo porvenir, ni poderes,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Hagamos una lista de los obstáculos que intentan separarnos
del amor de Dios:
- La muerte
- La vida
- Ángeles (Buenos o malos)
- Principados
- Lo presente
- Lo porvenir
- Poderes
- Lo alto
- Lo profundo
- Cualquier otra cosa creada
La promesa es de Jesús al decirnos a través de Pablo en la
Biblia que ninguna de estas cosas nos podrá separar del amor de Dios.
2. Propósito
Filipenses 1.6 dice: “Estando convencido de esto: que el
que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo
Jesús.” ¿Quién comenzó en nosotros la buena obra?
Pues fue Dios a través de su Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo quien
convence de pecado, quien convierte y quien completa la obra. Si la salvación
es obra mía no se concluiría, pero si es de Dios, su propósito se completará,
se perfeccionará. Dios tiene un propósito y es perfeccionar la obra que comenzó
en nosotros ¿Creen que Dios dejaría algo inconcluso?
3. Predestinación
Romanos 8.29-30 dice “Sabemos que a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo;
a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a
éstos también glorificó.” Según la Palabra de Dios somos predestinados para ser
semejantes a Jesús. Si una persona es salva entonces está predestinada a ser
hecho conforme a la imagen de Jesús.
Predestinar significa saber el destino de antemano.
4. Perfección
Hebreos 10.14 dice “Porque con una sola ofrenda ha
perfeccionado para siempre a los santificados.” Dios nos dio una provisión, una
ofrenda, a su hijo Jesucristo. De esta manera, y a través de esta ofrenda ha
perfeccionado para siempre a los santificados. ¿Entiendes esto? Si usted pierde la salvación entonces
la ofrenda de Jesús no le perfeccionó para siempre. Entonces sería contradecir
la Biblia ¿verdad?
Físicamente se nace una vez y espiritualmente se nace una
vez. Piense en lo que dice Romanos 4.5 cuando afirma que “...al que no obra,
sino que cree en aquel que justifica al impío, se considera su fe como
justicia.” Dios no nos dice que soy justo debido a mis buenas obras, sino por
poner mi fe donde Dios puso mis pecados, en Jesús. Sabe que genera esto:
felicidad. Romanos 4.6 dice que “David también proclama la felicidad del hombre
a quien Dios confiere justicia sin obras” entonces: “Bienaventurados aquellos
cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos” (Romanos 4.7).
La palabra “cubierto” significa borrados, como si nunca ha sucedido.
5. Posición
2
Corintios 5.17 dice “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”. Solo hay dos
posibilidad, o está en Adán o está en Cristo. Si está en Cristo lo que le
pertenece a Jesús le pertenece a usted. La única manera de perder la salvación
es si Cristo pierde su relación con el Padre.
6. Provisión
Juan 5.24 dice “De cierto, de cierto os digo que el que oye
mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a
condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.” Si usted no tiene la vida
eterna antes de morir, no la tendrá cuando lo entierren. Usted recibe la vida
eterna en el momento de creer en Jesucristo.
7. Petición
Juan 17.9,15 dice
“Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has
dado; porque tuyos son” y “ No ruego que los quites del mundo, sino que los
guardes del maligno.” Jesús está orando por mi. Jesús siempre es escuchado por Dios. Hace dos mil años Jesús oró
por mi (Juan 17.20: “Pero
no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí
por medio de la palabra de ellos”.
8. Poder
1 Pedro 1.3-5 dice “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de
nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de
entre los muertos; para una herencia
incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para
vosotros que sois guardados
por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación preparada para ser
revelada en el tiempo final.” Juan 10.28 y 29 dice: “Yo les doy vida eterna, y no
perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las
puede arrebatar de las manos del Padre.”
¿Quién es
tan fuerte que pueda arrebatarnos de la mano de Jesús y de la mano de Dios?
Simplemente
imposible. No puedo perder la salvación simplemente por que es Dios que ha
prometido, quien cumple un propósito perfecto, quien me ha predestinado, quien
ha provisto, quien me coloca en una posición,
quien da una provisión eterna, quien se mantiene orando por mi y quien
tiene el poder de no soltarme. Todo lo hace Dios, todo lo hace Jesús. Yo solo
tengo que creer.
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