La Seguridad de su Salvación.


Estudiando el segundo capítulo del libro “Lo que cada Cristiano debe conocer” está el tema de la Salvación. Me pareció importante revisar dicho tema por lo que hice el siguiente resumen:

Leamos primero el Texto de 1 de Juan 5.1-13.
 1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios;  y todo aquel que ama al que engendró ama también al que ha sido engendrado por él.  2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos,  3pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos;  y sus mandamientos no son gravosos,   4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.  5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre;  no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.  7 Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.  8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre;  y estos tres concuerdan.   9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios, porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.  10 El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, lo ha hecho mentiroso,  porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.  11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.  12 El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

¿Qué significa ser salvo?
-     Cada pecado ha sido perdonado y olvidado por Dios.
-     Jesucristo por medio del Espíritu Santo viene a vivir en nosotros para darnos paz, poder y propósito.
-     Cuando muramos o cuando Cristo vuelva, iremos al hogar celestial para estar con El por la eternidad.

Ahora bien, la Seguridad de la Salvación empieza con el Nuevo Nacimiento (1 Juan 5.1). En Juan 3.3 Jesús responde a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.” Nacer de nuevo significa literalmente nacer de arriba. En el mundo hay dos tipos de personas: Hay las que nacen una vez y morirán dos veces, y las hay que nacen dos veces y morirán solo una vez.

Pero, ¿qué nos salva?. La respuesta está en Efesios 2.8-9. Dice así: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No es por obras, para que nadie se gloríe.”
¿Qué nos salva? La Fe y la Gracia.
¿Qué no nos salva? Ni mi “Yo” ni mis Obras.
¿Qué es Gracia? Gracia es la riqueza de Dios a expensas de Cristo. Es la mano extendida de Dios hacia mí.
¿Qué es Fe? Es abandonar todo para confiar en Jesús. Es la mano del hombre extendida para recibir la mano de Dios.

Alguién dirá: Mis obras son parte de la salvación. Déjeme ilustrarlo de la siguiente manera.
Jaime me regala un auto de $50,000, pero yo le digo a Jaime que le ayudaré a pagarlo así que le doy $1.-. Luego al andar en el auto alguien me dice Guau, que bonito auto. Y yo le respondo: Sí, Jaime y yo lo compramos.
Eso mi hermano, sería un insulto para Jaime. No podemos recibir ningún elogio o crédito por nuestra salvación. Todo le corresponde a Dios. Déjame decirte que la Biblia dice que nuestras mejores obras para Dios son como trapos de inmundicia.

¿Cuáles son las marcas de nacimiento del creyente?

1.       La prueba del mandamiento.
Dice 1 Juan 2.3-6 dice “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.  4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;  5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.  6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
 Pero usted no es salvo por guardar los mandamientos, sino que si es salvo los guardará. La Palabra guardar viene del griego tereo que significa vigilar. Se aplicaba cuando los marineros se guiaban en el mar a través de la observación o vigilancia de las estrellas. El deseo de estos marineros al vigilar las estrellas era no equivocarse aunque a veces lo hacían. Pues guardar los mandamientos significa que es el deseo de nuestro corazón el guardar los mandamientos. Alguien dirá: eso es una licencia para pecar. El Dr. Adrian Rogers decía : “Yo peco todo lo que quiero, la diferencia es que yo no quiero pecar.” 1 Juan 3.6 dice “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.” El problema es cuando se continúa pecando y esto se vuelve una acción habitual, entonces todo aquel que peca no le ha visto ni le ha conocido.

2.       La prueba del compañerismo
1 Juan 3.14 y 15 dice “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.  15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.”
Al nacer de Dios, el amor estará en mi corazón. Juan 13.35 dice “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Debemos amarnos como hermanos.
La Iglesia es un edificio y Cristo su fundamento. Qué pensaríamos de alguien que vive en una casa donde solo está el fundamento y no hay ningún edificio. La Iglesia es el cuerpo de Cristo. Como podemos relacionarnos con la cabeza sin tomar en cuenta el cuerpo?. Simplemente ilógico. Amar a Jesús es amar a su Iglesia. Perseguir a su Iglesia es perseguir a Jesús.

3.       La prueba de la confianza
1 Juan 5.10 dice “ El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Nuestra confianza siempre debe estar en tiempo presente. Pero, ¿cómo podemos saber si estamos confiando verdaderamente en este momento?

a.       Tenemos el testimonio del Espíritu.
1 Juan 5.10 “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” El testimonio de que habla el apóstol Juan es el mismo Espíritu Santo morando en nosotros.

b.       Tenemos el testimonio de la Palabra
1 Juan 5.11-13 “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.  El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.” 

Créalo. Usted puede saber que tiene Vida Eterna, pues Juan escribió todas estas cosas a nosotros que creemos en el nombre del hijo de Dios, para que SEPAMOS que tenemos vida eterna y para que creamos en el nombre del Hijo de Dios.

¿Amèn?



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