A mis hermanos de la Iglesia Elim.
Esta semana ocurrió un evento sumamente lamentable. Un bus en el que se transportaban varias personas, todos miembros de la Iglesia Evangélica Elim Central, fue arrastrado por la corriente del río Acelhuate causándole la muerte a todos menos uno.
Cuando uno se enfrenta a estas situaciones uno piensa ¿Qué pasó? ¿Dónde estaba Dios?
Déjeme decirle que Dios sigue estando en su Trono y que muchas cosas las entenderemos hasta que lleguemos al Cielo. Por cierto muchas veces no entendemos que solo estamos de visita en esta tierra. Para comprender que es lo que pasa al morir vamos a estudiar lo que dice la Palabra de Dios.
1. Para empezar debemos entender que la Biblia nos enseña que nosotros somos seres tripartitos. Estamos compuestos por Cuerpo, Alma y Espíritu.
1Tes 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
2. Todos aquellos que reciben a Jesús como su Señor y Salvador tiene a un invitando en su Ser, al Espíritu Santo.
1Co 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros?.
Ahora, ¿Que pasa cuando morimos?
3. El Espíritu Santo que es Dios regresa al Padre:
Ecl 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
4. Nuestro cuerpo que es polvo vuelve a la tierra, pero nosotros estamos presentes ante el Señor:
2Co 5:8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
5. Cuando decimos nosotros, nos referimos a nuestra Alma (la que es capaz de relacionarse con lo seres humanos) y a nuestro Espíritu (la que es capaz de relacionarse con Dios). Ambas van al Paraíso o tercer Cielo:
Luc 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
6. Pablo fue invitado en vida a ese lugar para poder darnos testimonio de su existencia:
2Co 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
7. Dicho lugar, El Paraíso es un lugar de consuelo:
Luc 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
8. Mientras el cuerpo en la tierra, y el alma y espíritu en el tercer cielo, de los que se nos adelantaron esperan ese tan ansiado día cuando
“el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tes 4.16-17)
Hermanos que han perdido a sus familiares en este terrible accidente, tenemos una bendita esperanza. Esa esperanza que se basa en lo que dice la Biblia de que un día nos reuniremos nuevamente con nuestros seres queridos. Por eso podemos decir que para los cristianos “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.“
Que Dios les de fortaleza en estos momentos duros, pero tambien tengan la seguridad que nuestros hermanos que partieron están disfrutando de las moradas que Jesús fue a preparar cuando prometió que donde El estuviera nosotros también un día llegaríamos.
Cuando uno se enfrenta a estas situaciones uno piensa ¿Qué pasó? ¿Dónde estaba Dios?
Déjeme decirle que Dios sigue estando en su Trono y que muchas cosas las entenderemos hasta que lleguemos al Cielo. Por cierto muchas veces no entendemos que solo estamos de visita en esta tierra. Para comprender que es lo que pasa al morir vamos a estudiar lo que dice la Palabra de Dios.
1. Para empezar debemos entender que la Biblia nos enseña que nosotros somos seres tripartitos. Estamos compuestos por Cuerpo, Alma y Espíritu.
1Tes 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
2. Todos aquellos que reciben a Jesús como su Señor y Salvador tiene a un invitando en su Ser, al Espíritu Santo.
1Co 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros?.
Ahora, ¿Que pasa cuando morimos?
3. El Espíritu Santo que es Dios regresa al Padre:
Ecl 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
4. Nuestro cuerpo que es polvo vuelve a la tierra, pero nosotros estamos presentes ante el Señor:
2Co 5:8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
5. Cuando decimos nosotros, nos referimos a nuestra Alma (la que es capaz de relacionarse con lo seres humanos) y a nuestro Espíritu (la que es capaz de relacionarse con Dios). Ambas van al Paraíso o tercer Cielo:
Luc 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
6. Pablo fue invitado en vida a ese lugar para poder darnos testimonio de su existencia:
2Co 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
7. Dicho lugar, El Paraíso es un lugar de consuelo:
Luc 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
8. Mientras el cuerpo en la tierra, y el alma y espíritu en el tercer cielo, de los que se nos adelantaron esperan ese tan ansiado día cuando
“el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tes 4.16-17)
Hermanos que han perdido a sus familiares en este terrible accidente, tenemos una bendita esperanza. Esa esperanza que se basa en lo que dice la Biblia de que un día nos reuniremos nuevamente con nuestros seres queridos. Por eso podemos decir que para los cristianos “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.“
Que Dios les de fortaleza en estos momentos duros, pero tambien tengan la seguridad que nuestros hermanos que partieron están disfrutando de las moradas que Jesús fue a preparar cuando prometió que donde El estuviera nosotros también un día llegaríamos.
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