Nuestra Oración para el 2012.

El sábado 31 en la Iglesia se meditaba sobre parte de lo que debe ser nuestra oración para este nuevo año que comenzamos y estudiábamos el texto que está en el libro de los Salmos capítulo 67: 1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; 2 Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvación. 3 Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben.

Componentes de nuestra oración:

1. Señor, ilumínanos (v.1).
Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. No confiaremos ni en nuestros mejores cinco minutos de vida para merecer tu bondad, más confiaremos en tu misericordia para que nos bendigas. En nuestro matrimonio, bendícenos; con nuestros hijos, bendícenos; en nuestro trabajo, Señor bendícenos. Que tu bendición incluya paz, protección, salud, estabilidad, gozo. Que podamos compartir más tiempo con nuestr@ espos@, nuestros hijos y todos aquellos a quienes amamos. Dios, ten misericordia de nosotros en el 2012, y bendícenos. Haz resplandecer tu rostro sobre cada uno de nosotros.


2. Señor, úsanos (v.2)
No queremos defender Iglesias ni Religiones más queremos mostrar al mundo que nuestra Relación con el Dios soberano cambia vidas. Que nuestr@ espos@ lo note, que nuestros hijos lo noten, que en el trabajo se note que somos diferentes no por nuestra fuerza si no por tu poder y por tu amor. Señor, es necesario que yo mengue para que tú crezcas, para que sea conocido en la tierra tu camino. Úsanos para que nuestro testimonio y nuestras palabras sean útiles para tu Reino y así sea conocida tu salvación. Señor, en este 2012, úsanos.

3. Señor, glorifícate (v.3)
Que nuestra vida y nuestras acciones en este nuevo año que empieza sean para tu Gloria y tu Honra. Señor, Glorifícate en cada persona. Que sepamos observar tu grandeza en lo creado por ti. Que sepamos entender y arrodillar nuestro orgullo y nuestro corazón finitos ante ti, Dios infinito. Que podamos entregar nuestro corazón enteramente a ti y hacerte no solo nuestro Salvador absoluto sino también nuestro Señor, para que tu gobiernes nuestras vidas y tomes el timón y nos dirijas según tu Santa Voluntad.

El tiempo de tu regreso se acerca y este nuevo año queremos pedirte, Señor, que nos ilumines, que nos uses y que te glorifiques. Amén.

Una cosa más, como humanos nuestros pensamientos se afligen mientras vagan en el pasado y en el futuro mientras el presente es olvidado. El pasado ya pasó y el futuro solo Dios sabe como será; mantengámonos en el presente gozando de la presencia de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que si nuestras vidas están dentro de su Voluntad, lo que pase será su Voluntad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Iglesia Apostólica 30-100 dC

Propiciaciòn.

Ensayo sobre la Biblia