El Padre que yo quiero ser.

Ese es el título del libro que estoy leyendo actualmente. Escrito por el famoso orador y representante de la Cruzada estudiantil para Cristo, Josh McDowell. El es quien escribió, quizá su libro más famoso: “Evidencia que exige un veredicto”.

Este libro me pareció interesante primero porque ya soy Padre, segundo porque quiero ser un buen Padre, tercero porque nadie nace con los conocimientos para ser Padre.

Apenas voy por el cuarto capítulo, sin embargo me llama la atención algunos puntos de reflexión.

1. Nuestro Padre Celestial debe ser el parámetro a seguir. Difícilmente seremos como El, pero de esta manera estaremos queriendo ser cada vez mejores padres.

2. Nuestro padre terrenal es sin duda la mayor influencia en nuestro desarrollo. Cada uno de nosotros al ser padres determinamos si queremos acercarnos o no a la figura paterna con la cual crecimos.

3. Un hijo necesita ropa, comida, cama, estudio, etc. Pero mas importante que eso es no solo generar un vínculo con tu hijo, sino enseñarle con palabras y con hechos de aquellos valores que le van a servir toda la vida.

4. Amor: Nuestros hijos necesitan AMOR. Necesitan que les abrasemos, que les besemos, que nuestro tiempo con ellos sea lleno de risas, de alegría, que se den cuenta que han enriquecido al matrimonio. Un hijo NUNCA empobrece al matrimonio, solo lo hace millonario.

5. Pureza: La pureza hoy en día pareciera que es un tema pasado de moda. Las relaciones sexuales prematrimoniales son vistas con tanta normalidad. Nuestra posición con nuestros hijos debe ser clara. Nuestro parámetro debe ser la Palabra de Dios, y esta enseña que fuera del matrimonio las relaciones sexuales no son bien vistas por Dios. Como dijera el Pastor Rogers: “La grama en el jardín se ve bien, pero si corta un trozo de grama y lo coloca en la sala de su casa ya no se vería bien, es más, sería una suciedad.”

6. Verdad: La verdad en cosas tan pequeñas como regresarse a pagar algo que no fue cobrado en el supermercado, o no mentir al hacer nuestras declaraciones de la renta, va a dejar una huella imborrable en nuestros hijos. Uno de los diez mandamientos dice “No mentiras”, y eso es lo que debemos enseñarle a nuestros hijos...con palabras y con hechos, en lo poco y en lo mucho.

No se preocupe si no encuentra el libro de Josh McDowell en una librería cercana. Todos estos conceptos son sacados de la Palabra de Dios. Creo que en su casa debe haber una, búsquela, ábrala y léala, luego póngala en práctica.

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