El Padre que yo quiero ser. Parte 2

Ya casi termino el libro. He seguido aprendiendo la importancia de enseñar valores a mi hijo tanto de forma empírica como práctica. Que más quiero poner en práctica con mi hijo:

1. Consuelo y apoyo. Como padre quiero que mi hijo sea capaz de buscarme cuando esté en problemas. No para regañarlo ni castigarlo sino para que sienta el calor de un padre. Sabe como. Como cuando usted busca a nuestro Padre Celestial al estar lleno de problemas y dificultades. De Dios no solo recibe consuelo, sino también apoyo. Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro, mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.

2. Refugio. Un refugio es un lugar donde usted busca para pasar una tormenta o un problema, donde usted sabe que está seguro, protegido. Debemos darle la confianza a nuestros hijos para que nos busquen como refugios, de lo contrario se encontraran con el cigarro, el alcohol, el sexo, el libertinaje, y ese será su refugio, pero los llevará a la destrucción. El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.

3. Amistad. Un padre puede seguir siendo padre y a la vez ser un amigo. Un amigo comparte juegos, comparte tiempo, comparte ambiciones, comparte ideales, comparte dificultades. Jesús dijo: Vosotros sois mis amigos, si haceis lo que yo os mando.

4. Disciplina. La Biblia dice que Dios al que ama, disciplina. La disciplina no es sinónimo de rechazo, sino todo lo contrario. La disciplina debe ser precedida de un “tu sabes que te amo, pero esto es incorrecto.” De esta manera su hijo sentirá que se le está corrigiendo en lugar de castigando.

5. Perdón. El hijo pródigo fue recibido con los brazos abiertos por su padre. No le reclamó por el tiempo perdido, ni por el dinero malgastado. Simplemente lo perdonó y le recibió nuevamente en sus brazos. Ser perdonado no es lo mismo que ser absuelto. Ser perdonado significa que hubo un pecado, ser absuelto significa que no hubo pecado. Nuestro hijo debe saber que se le perdona por algo incorrecto, y que es bien recibido para seguir adelante. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

En la próxima nota les completaré los valores que hacen falta.
Que Dios te bendiga. No olvide, Dios merece un mejor usted, su esposa/o merece un mejor usted, sus hijos merecen un mejor usted, sus amigos merecen un mejor usted, usted merece un mejor usted. Sea como David, conforme al corazón de Dios.

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