La muerte en tiempos de Coronavirus y Amanda.

Tiempo de Coronavirus. Hoy 2 de junio de 2020  se contabilizan 6,302,318 personas infectadas por Coronavirus, afectando a 188 países y causando la muerte de 376,210 personas. En El Salvador hay un total de 2,653 casos de los cuales 1,491 siguen activos y ha causado la muerte de 46 personas. Hay un total de 53 personas en estado crítico y 124 en estado grave. Hace unos días sufrimos la Tormenta Tropical Amada, la cual dejó cerca de 20 personas fallecidas y miles de damnificados y en albergues. Si buscas en youtube o facebook encontrarás imágenes y videos que te parten el corazón. Y aún seguimos con el riesgo de ambos fenómenos.

Y entonces surge la pregunta ¿Y si muero?, o ¿y si mi hijo o mi madre o mi padre o mi esposo mueren?.
Déjame darte unas palabras que dieron consuelo a mi alma.

Dios está en control. El Salmo 139 en el versículo 16 dice el Salmista: “Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos”. No te parece increíble de que incluso antes de que nacieras Dios ya sabía cuantos días vivirás. En mi caso llevo 17,617 días y aún Dios me sigue dando la oportunidad de vivir. No temas Dios sabe exactamente cuánto tiempo vivirás.

Dice Job en el capítulo 14 versículo 5 “Ya que sus días están determinados, el número de sus meses te es conocido, y has fijado sus límites para que no pueda pasarlos.”  En mi caso llevo 578 meses vividos, es decir 2,516 semanas. Y Dios ha fijado los límites para que no puedas pasarlos. Si tus límites no están establecidos este año, no morirás. Entiendes. Dios está en control.

Lucas 12 versículo 25 Jesús es quien dice “¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?”(NVI). Otras traducciones dice “momento” en lugar de “hora”. Entiendes que Dios tiene el control y El sabe el momento en que partiremos. No, si Dios no lo tiene planeado el Coronavirus no te matará, ni las inundaciones te pondrán en riesgo.

La pregunta ahora es ¿Y si mi límite si concuerda con el Coronavirus o con cualquier desastre natural? 

¿Estás preparado?

Dios te invita a que abras la puerta de tu corazón. En Apocalipsis 3 verso 20 dice “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” 
Juan 14 verso 6 dice “...dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”

Solo tienes que abrir tu corazón a Jesús. Dile: Señor Jesús me arrepiento de mis pecados, creo que eres Dios que viniste a la tierra, que moriste por mis pecados, que fuiste sepultado y resucitaste al tercer día para darme vida eterna. Hoy te recibo en mi corazón y te entrego el Trono de mi vida para que reines tu. De ahora en adelante tú serás mi Señor y mi Salvador. En tu nombre oro. Amén.

La Biblia dice en 1 Juan 5 12 y 13”El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”

Si orates y creìstes lo que orastes y lo hicistes con todo tu corazón ahora eres un Hijo de Dios. Ya no debes temer a la muerte. Dios sabe tú límite y ahora tú sabes tu destino eterno, en la presencia de Jesús.  

Piensa en tus padres, o tu esposo, o tus hijos, y transmíteles el mensaje de Salvación que Dios tiene para ellos. Nada material de lo que tenemos nos llevaremos, pero sí puedes asegurarte que te acompañe tu familia, tus seres queridos y quienquiera que acepte el regalo de Jesús. Te animo a compartir las buenas nuevas.

Te dejo un último texto para que medites y descanses en él, Efesios 2.8-10:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.



Comentarios

Unknown ha dicho que…
Reflexiones que también debemos comoartir con nuestro prójimo.

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