500 años de la reforma.

Si pudiera resumir los que pasò hace 500 años y que ha sido el legado primordial de la Reforma, lo diría en uno de los enunciados emanados de la misma: “Sola Scriptura”.
Màs que debatir sobre el contexto histórico en el que se diò la Reforma, cuya cara màs visible fue el fraile agustiniano, Martin Lutero; màs que debatir sobre los 1200 años que le fue negada la Biblia a miles y miles de personas; màs que debatir sobre los errores que se dieron como resultado de dicho movimiento, creo fervientemente que el principio fundamental dictado por la Reforma es la frase “Sola Scriptura”. Si bien es cierto los otros cuatro enunciados son igualmente importantes (Solo por gracia, solo por fe, solo Cristo y Solo a Dios sea la Gloria), estos única y exclusivamente son del conocimiento de la gente a través de la lectura de la Palabra de Dios.
No hay revelación fuera de la Biblia. Hebreos 1:1-2 lo dice claramente: “Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.” Los profetas y la ley hablaron en el Antiguo Testamento, pero fue Cristo en carne y hueso quièn nos presentò el Evangelio en el Nuevo Testamento. NO. No hay un tercer testamento. Nada de lo que diga o haya dicho un líder de cualquier religión, llámese católica, evangélica, musulmana, judía o la que se te ocurra pude compararse o sustituir o complementar a lo que el Espìritu Santo inspirò para que fuera escrito en la Inerrante Palabra de Dios.
Fue Pedro quien escribió en su segunda carta, en el capìtulo 2 versos 19 al 21:  “Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones. Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.”
Pedro define a la Biblia como “la palabra profética màs segura”. Ademàs nos dice que “hacèis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro”. Y luego nos dice bien claro que la Palabra de Dios es de exclusiva “inspiración del Espìritu Santo”.
Nada sustituye a la Biblia. Si algún líder o guía espiritual te dice algo que es  contrario a lo que la Biblia dice, hazte la pregunta ¿Quièn estarà equivocado, el líder espiritual o el Espìritu Santo?. Fácil de responder dicha respuesta verdad. Lo que pasa es que a veces es difícil de aceptar. Porque eso significarìa reconocer que el lugar al que asistes para beber del Espìritu de Dios no es màs que un instrumento humano apartado de la voluntad de Dios.
La reflexión final a la que quiero llegar, hoy que se celebran 500 años de la Reforma Protestante, no es a que veas los productos de la reforma como la opción a seguir. Tu forma de pensar debe ser muy crìtica. No olvides el nombre “Berea”. A ese lugar llegaron a predicar Pablo y Silas, y los que llegaron a escucharle, aùn sabiendo quienes eran, verificaron si lo enseñado estaba acorde a las Escrituras. Hechos 17 lo registra en los versos 17 y 18 “Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los judíos. Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. “ Subrayo la actitud que debe ser un ejemplo para nuestras vidas. Ante cualquier predicación escudriña diariamente las Escrituras, para ver si esas cosas que te enseñan están de acuerdo a la Biblia. Si es asì te pido que sigas el ejemplo de los de Berea. Verso 12 “Por eso muchos de ellos creyeron…”
El 31 de Octubre de 2017 podrìamos celebrar algo que no solo tiene 500 años. Podrìamos celebrar los cerca de 2000 años de la Reforma de Berea. Solo la Escritura es la vara por lo que se debe medir cualquier enseñanza que busque decirte como llegar al Cielo o  que busque dirigir la vida espiritual.
Pablo dice en su segunda carta a Timoteo capìtulo 3 versos 15 al 16  “…desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.”
500 años después celebremos lo que la Reforma retomò de Berea: Solo la Escritura. Y entonces, entenderemos que es solo por gracia, solo por fe, solo por Cristo, para la Gloria de Dios.

Mas el justo por la fe vivirá.
Romanos 1.17

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