TRES NACIMIENTOS MILAGROSOS

En este mundo hay personas que nacen una vez y mueren dos veces y las hay que nacen dos veces y morirán una sola vez. Los que nacen lo harán de forma física o corporal pero también tienen la opción de hacerlo de forma espiritual. Los que mueren de igual manera lo harán de forma corporal o carnal y también podrán completar su muerte de forma espiritual.
En la vida de todo ser humano hay tres nacimientos que son vitales y en los cuales cada uno debe meditar.
El primer nacimiento al que me refiero es al Nacimiento Milagroso de nuestro Señor Jesucristo. Es un nacimiento que trajo la esperanza a la humanidad. Además nos trajo a quien es el camino, la verdad y la vida. Y como el mismo lo dijo, nadie llega al Padre si no es por El. La historia de la humanidad fue partida en dos cuando un día una joven virgen dio a luz un bebecito a quien llamarían Jesús, es decir, Salvador. Ese bebecito a través de su crecimiento, vida y ministerio nos enseñó el amor de Dios, al ser El mismo, el Dios encarnado. Con su muerte y resurrección abrió la puerta para la reconciliación con el Padre cuatro mil años después de Génesis 3, al escribir Juan 3 ocupando de tinta su propia sangre.
El segundo nacimiento tiene que ver con la fecha que aparece en nuestra identificación bajo el título: fecha de nacimiento. Tiene que ver con un ser humano, de carne y huesos, creado a la imagen y semejanza de Adán. Un ser que en su sangre lleva el pecado original que lo hace merecedor del castigo eterno o muerte segunda. Si se pregunta como puede ser Dios tan injusto para castigarlo por lo que hizo un hombre hace mas de seis mil años, pregúntese ¿me merezco yo el cielo?. No cometa el error de comparase con otro ser humano, pues encontrará de seguro a alguien peor que usted. Que tal si su parámetro es el Dios Santo. Para El odiar es igual a matar, y la lujuria es igual al adulterio. Le pregunto ¿Está libre de culpa? Con este segundo nacimiento podrá tener placeres en la carne, pero serán temporales. No conozco a nadie de 180 años. Un día todos moriremos. Debemos prepararnos con el tercer nacimiento.
El tercer nacimiento le fue enseñado a Nicodemo cuando se le dijo: “te es necesario nacer de nuevo”. Jesús ofrece gratuitamente ese nuevo nacimiento cuando reconocemos nuestros pecados, y le entregamos nuestras vidas, para hacerle nuestro Señor y Salvador. No piense que firmar NN (Nacido de nuevo) es una locura de los evangélicos. No, es un regalo de Dios. El segundo nacimiento me da una familia terrenal, es decir, un padre, una madre, hermanos y demás parientes. El tercer nacimiento me abre las puertas a una familia espiritual, hijos de una madre carnal, pero con un padre celestial, con hermanos espirituales incontables. El tercer nacimiento está basado en creer los frutos del primer nacimiento.
Si usted nace una sola vez, morirá dos veces, pero créame que deseará mejor nunca haber nacido.
En Juan 3 Jesús le dijo a Nicodemo que le era necesario nacer de nuevo. Sabe qué hizo Nicodemo: pues nació de nuevo. De otra manera no estaría escrito en Juan 7.50 que Nicodemo “era uno de ellos”.
Le invito a entregarle a Jesús su corazón y su vida y hacerlo su Señor y su Salvador para que un día pueda firmar como yo,

Ricardo García, NN.

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