El Infierno
¿Existe el infierno? ¿Que cree usted?.
Esta semana escuchaba un sermón de los años ochenta del Reverendo Jimmy Swaggart. El título era algo así: “¿Puede un Dios de amor enviar a un ser humano al castigo del infierno eternamente y justificarse por ello?”. Vaya título. Sin embargo me puse a pensar en un ejemplo que leí esta semana en otro libro. Decía algo así: Imagìnese que usted conoce a un condenado a muerte que usted sabe que es inocente. Va donde el juez quien acepta su información y le entrega a usted una orden para que esta persona no sea ejecutada sino por el contrario sea puesto en libertad. Camino a la prisión lo absorbe su trabajo, pues olvido que debía entregar un informe al jefe. Al salir recibe una llamada de sus amigos que le dicen que vean el partido de fútbol por la televisión, por lo que usted se reúne con ellos. Después del partido, su familia le dice que quieren salir a cenar, así que se reúnen en un restaurante de la zona a gozar en familia. Y así pasan los días. De repente una tranquila mañana mientras usted desayuna, lee en el diario que el día anterior habían ejecutado a un criminal en la prisión. Con manos temblorosas acerca el diario y busca el nombre del malhechor. Se levanta rápidamente y corre al armario buscando entre sus camisas una hoja extendida por un juez. Al encontrarla se da cuenta que la persona que ejecutaron era la misma por la cual usted habló con el juez para que se salvara, pero que usted nunca entregó el mensaje que este había preparado para poner en libertad al prisionero.[1]
En la vida diaria el juez es Dios, el prisionero es cualquier ser humano sin Cristo y el mensaje son las buenas nuevas de salvación que Jesucristo dejó para nosotros en la Palabra de Dios, es decir, la salvación por gracia, por su muerte y resurrección.
¿Sabe a donde va la gente que no recibe nunca el mensaje? Sí, al Infierno. Si usted no cree en el infierno no significa que no exista. Recuerda cuando todo el mundo creía que la tierra era plana, eso no la hizo un milímetro más plana. Se acuerda cuando creían que era la tierra el centro de nuestro sistema, tampoco hizo algún cambio que todo el mundo lo creyera. Si usted no cree en el infierno, créame, no va a dejar de existir por eso. En que me baso para creer en él. Mi autoridad es la Biblia . Quien lo dijo: Jesús.
El infierno existe, es eterno, hay castigos, no es fiesta. Por què se va? Por no creer en Jesucristo. La palabra griega que se traduce como creer incluye: conocer, confiar y comprometerse. No hay otra opciòn. Con Jesucristo al cielo o sin El al infierno.
[1] The pasión of Christ and the purpose of life. Adrain Rogers.
Esta semana escuchaba un sermón de los años ochenta del Reverendo Jimmy Swaggart. El título era algo así: “¿Puede un Dios de amor enviar a un ser humano al castigo del infierno eternamente y justificarse por ello?”. Vaya título. Sin embargo me puse a pensar en un ejemplo que leí esta semana en otro libro. Decía algo así: Imagìnese que usted conoce a un condenado a muerte que usted sabe que es inocente. Va donde el juez quien acepta su información y le entrega a usted una orden para que esta persona no sea ejecutada sino por el contrario sea puesto en libertad. Camino a la prisión lo absorbe su trabajo, pues olvido que debía entregar un informe al jefe. Al salir recibe una llamada de sus amigos que le dicen que vean el partido de fútbol por la televisión, por lo que usted se reúne con ellos. Después del partido, su familia le dice que quieren salir a cenar, así que se reúnen en un restaurante de la zona a gozar en familia. Y así pasan los días. De repente una tranquila mañana mientras usted desayuna, lee en el diario que el día anterior habían ejecutado a un criminal en la prisión. Con manos temblorosas acerca el diario y busca el nombre del malhechor. Se levanta rápidamente y corre al armario buscando entre sus camisas una hoja extendida por un juez. Al encontrarla se da cuenta que la persona que ejecutaron era la misma por la cual usted habló con el juez para que se salvara, pero que usted nunca entregó el mensaje que este había preparado para poner en libertad al prisionero.[1]
En la vida diaria el juez es Dios, el prisionero es cualquier ser humano sin Cristo y el mensaje son las buenas nuevas de salvación que Jesucristo dejó para nosotros en la Palabra de Dios, es decir, la salvación por gracia, por su muerte y resurrección.
¿Sabe a donde va la gente que no recibe nunca el mensaje? Sí, al Infierno. Si usted no cree en el infierno no significa que no exista. Recuerda cuando todo el mundo creía que la tierra era plana, eso no la hizo un milímetro más plana. Se acuerda cuando creían que era la tierra el centro de nuestro sistema, tampoco hizo algún cambio que todo el mundo lo creyera. Si usted no cree en el infierno, créame, no va a dejar de existir por eso. En que me baso para creer en él. Mi autoridad es la Biblia . Quien lo dijo: Jesús.
El infierno existe, es eterno, hay castigos, no es fiesta. Por què se va? Por no creer en Jesucristo. La palabra griega que se traduce como creer incluye: conocer, confiar y comprometerse. No hay otra opciòn. Con Jesucristo al cielo o sin El al infierno.
[1] The pasión of Christ and the purpose of life. Adrain Rogers.
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