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Mostrando entradas de enero, 2013

La buena batalla de la fe

Ayer nos reunimos en el Círculo de Vida (CDV) a meditar sobre un texto que el Apóstol Pablo le escribió a Timoteo, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Revisamos el texto que se encuentra en la primera epístola a Timoteo, capítulo 6, versos once y doce. Este dice así: 1 Timoteo 6 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.  12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. (Biblia Reina Valera 1960). Otra versión lo dice así: 1Ti 6:11 Pero tú, Timoteo, eres un hombre de Dios; así que huye de todas esas maldades. Persigue la justicia y la vida sujeta a Dios, junto con la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. 12 Pelea la buena batalla por la fe verdadera. Aférrate a la vida eterna a la que Dios te llamó y que confesaste tan bien delante de muchos testigos. (Nueva

Vidas dignas de Dios.

Vidas dignas de Dios. 1 Tesalonicenses 2:11 Y saben que tratamos a cada uno como un padre trata a sus propios hijos. 12 Les rogamos, los alentamos y les aconsejamos que lleven una vida que Dios considere digna. Pues él los llamó para que tengan parte en su reino y gloria. Es interesante como la Biblia en su Nueva Traducción Viviente (NTV) explica como debe ser el trato de los padres para con sus hijos. En el verso 12 dice que la meta es “su Reino y su Gloria”. Si eres de su reino y de su gloria y tus hijos también lo son, entonces, debes trabajar en conjunto con el Espíritu Santo para que también tus hijos “lleven una vida que Dios considere digna”. Los padres deben influir poderosamente en sus hijos para que logren ese estilo de vida. ¿Cómo?: Rogándoles que lleven una vida que Dios considere digna. Debemos ser constantes en enseñarles como llevar una vida digna. Se les debe enseñar no solo con palabras sino también con el ejemplo. Alentándoles que lleven